Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía.
El regalo de un libro, además de obsequio, es un delicado elogio.
Algunos libros son probados, otros devorados, muy pocos masticados y digeridos.
El recuerdo que deja un libro a veces es más importante que el libro así.
La pasión de leer debería ser considerada como la más envidiable que hay a este lado del paraíso.

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